Para conseguir el máximo rendimiento del trabajo con el método Pilates, existen unos principios muy importantes que has de tener en cuenta a la hora de entrenarte para aprovechar al máximo la tabla de ejercicios y evitar lesiones. Estos son La Colocación de la Pelvis, El control de la caja torácica, La estabilización y movimiento escapular y La posición correcta de cabeza y cervicales.
Vayamos por partes:
Colocación de la pelvis: La pelvis debe permanecer en su posición neutra, esta es la posición mas natural y normal de la pelvis para la correcta mecánica del cuerpo. Esta posición preserva las curvaturas naturales de la columna, sobre todo de la región lumbar, y permite a los abdominales contraerse correctamente. Joseph Pilates modificó originariamente esta posición neutral en ejercicios en que las extremidades inferiores no entran en contacto con el suelo (cadena cinética abierta) y aún sigue en uso. Con el Método Pilates aprendemos a colocarla correctamente para poder trabajar todas las posiciones de una forma equilibrada y evitar lesiones.

Estabilización escapular: Es esencial que la cintura escapular permanezca estable durante los ejercicios para conseguir la estabilidad del tronco. Las escápulas deben estar en posición neutra (planas con respecto a la caja torácica) sin excesiva contracción muscular, sino mediante un equilibrio entre los músculos del manguito del rotador y los músculos estabilizadores de la escápula. Al realizar cualquiera de los ejercicios de Pilates, es necesario mantener esta estabilización escapular especialmente en ejercicios que impliquen cualquier movimiento de brazos y especialmente cuando el trabajo implique la extensión de la columna vertebral, para prevenir así cualquier tensión en el cuello, sobre todo la hiperextensión de las vértebras cervicales.
Colocación cervical: Durante la práctica de los ejercicios es fundamental mantener una correcta colocación de la cabeza y el cuello para evitar tensión en la columna cervical.
la posición ideal del cuello es aquella que permita a las cervicales mantener su curva natural (ligeramente convexa hacia delante) y continuar la línea creada por la columna torácica durante todos los movimientos (extensión, flexión, flexión lateral o rotación).
La cabeza debe mantenerse bien centrada sobre la línea de los hombros y levemente inclinada hacia el esternón como si se sostuviera una pelota de tenis entre el cuello y la barbilla. Es muy importante no aproximar demasiado la barbilla hacia el esternón ya que puede resultar muy incómodo y crear tensión muscular. Esta posición deberá ser mantenida durante la sesión de Pilates, en todas las posiciones, sentada, supina (tumbado boca arriba), prono (tumbado boca abajo) décubito lateral (de lado) o de pie.
Durante las clases de Pilates ten siempre muy en cuenta estos principios para sacar el máximo beneficio sin ningún riesgo de lesionarte.